25 septiembre 2012

Sociología
"Confesión religiosa y estratificación social"
de Max Weber - Resumen de la Introducción

Sociología

En su texto, Weber se apresta a demostrar la relación entre el florecimiento del capitalismo y la pertenencia confesional al cristianismo protestante.


Para ello, realiza un conjunto de observaciones históricas y estadísticas tras las que arriba a los siguientes hechos: (1) la posesión del capital, el empresariado y las capas superiores de los trabajadores son fundamentalmente protestantes; (2) en todo lugar donde se produjo el florecimiento del capitalismo se repiten las estadísticas confesionales, y (3) la pertenencia a una confesión no aparece como causa de los fenómenos económicos.

Podemos observar que Weber vincula estos hechos con aspectos educacionales, históricos, económicos y políticos. Sin embargo, si bien en su desarrollo comparativo de la actividad típica de católicos y protestantes en esos espacios, va a considerar los rasgos del ascetismo católico y del materialismo protestante, va intentar deslindarse de ellos al arribar a sus conclusiones.

De ese modo, señala que es corriente encontrar que los estudios relacionados con las ramas técnicas son realizados mayormente por estudiantes protestantes, en tanto que, los católicos optan por estudios humanísticos.

En lo laboral, destaca el progreso de los aprendices protestantes, quienes progresan hacia puestos superiores en las fábricas, ya sea como trabajadores cualificados, o como funcionarios industriales. En tanto que, los aprendices católicos muestran una inclinación a permanecer en el artesanado.

Pero al mismo tiempo observa que el progreso económico de los protestantes no va seguido del acceso a posiciones en la política, y al respecto va a concluir que tal progreso bien puede ser consecuencia de la imposibilidad de acceso a las funciones del estado.

Luego, en cuanto a lo económico en particular, señala la específica inclinación al racionalismo económico por parte de los protestantes, tal que no es observable entre los católicos.

Finalmente, acercándonos a las conclusiones de la primera parte del texto, Weber afirma que el protestantismo ha sido uno de los portadores más importantes del desarrollo industrial y capitalista, y que el virtuosismo para llevar a cabo negocios en el sentido capitalista coincide en las mismas personas y grupos humanos con las formas más intensas de una devoción que impregna y regula toda la vida y que esto es un rasgo característico de los grupos de iglesias protestantes históricamente importantes.

Por lo tanto, de acuerdo a lo expuesto, Weber concluye que, si hay que encontrar un parentesco entre el viejo espíritu protestante y la cultura capitalista moderna, debemos buscarlo en los aspectos puramente religiosos del protestantismo, y no en los aspectos materialistas o anti - ascéticos de esa religión.

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